La Princesa Mono es el pesonaje en torno al que se estructura el relato Hechos tocantes al difunto Arthur Jermyn y a su familia.
Apariencia[]
La Princesa Mono era una mona famosa por su color blanco. A su muerte, fue momificada y su cuerpo se convirtió en una codiciada reliquia.
Historia[]
Esta criatura era la princesa de una tribu de homínidos situada en el Congo. Cuando el explorador Sir Wade Jermyn, erudito de las culturas prehumanas, encontró dicha tribu y conoció a la Princesa, sintió un morboso deseo por ella, hasta el punto de llegar a pedir su mano. Los hominidos aceptaron sin dudarlo, pues creían que Jermyn era "un dios blanco", así que ambos se casaron sin impedimentos. Luego, Jermyn se la llevó a su hogar en la civilización, la mansión llamada Jermyn House, donde la mantuvo recluida para evitar que fusese despreciada por los otros hombres. Allí, Wade y la Princesa tuvieron una desafortunada descendencia. A su muerte, la Princesa fue momificada y transportada a su lugar de orígen, donde la tribu comenzó a venerar sus restos como si de una deidad se tratase. Pero otras tribus comenzaron a codiciar la reliquia, por lo que empezaron a luchar por ella. Tras varias generaciones acabó en manos de Arthur Jermyn quien, al comprender que ese ser inhumano era en realidad su tatarabuela, decidió poner fin a su vida quemándose vivo.