El libro innombrado de Johannes Pott es una invención de Ramsey Campbell, con relevancia en la trama de su relato La mina de Yuggoth. Libro innombrado es una especificación semántica, que quiere decir llanamente que carece de un nombre concreto. No debe confundirse con innombrable. Por carecer de un nombre concreto, se presta a expresiones varias, como libraco de, infame obra de y similares.
Información[]
Esta infame obra, rechazada por los editores de Jena, incluia una repulsiva fórmula de la inmortalidad; no obstante, la fórmula recogida por Pott era incompleta. Aunque dicha fórmula mantiene cierta conexión con oblicuas referencias de Alhazred, en su Necronomicón. Uniendo ambas fuentes se obtienen indicios que refieren que en Tond, Yuggoth y ocasionalmente en la Tierra, la inmortalidad se ha logrado mediante un complejo proceso: el cerebro del inmortal se trasplanta de un cuerpo a otro cada treinta y cinco años, y en el intervalo, el cerebro desnudo se conserva en un recipiente de tok'l sin el cual esta operación es inviable. El tok'l es un metal nativo de Yuggoth que ni existe ni puede alearse en la Tierra. Lovecraft explica esto en su relato El que susurra en la oscuridad. Los saurocrustáceos que habitan Yuggoth poseen minas de donde extraen este metal.
Curiosidades[]
- Johannes Henricus Pott existió realmente, y fue autor de Specimen juridicum de nefando lamiarum cum diabolo coitu (datado en Jena, año de 1689). Recopila la delirante tradición de sexo satánico que teólogos, médicos y juristas habían venido elaborando desde hacía tres siglos. Aunque se suponía que los diablos no podían copular física y directamente con los humanos, ante este escollo Tomás de Aquino propuso un argumento un tanto astuto: Si algunas veces han nacido niños de cópulas con demonios, ello no se debe al esperma emitido por estos o por los cuerpos que han asumido, sino por esperma robado de algún otro humano para este propósito, ya que el mismo demonio que actúa como súcubo de un hombre será el íncubo de una mujer (Summa Theologica). Y añade en De Trinitate: Los demonios recogen en verdad esperma humano, gracias al cual son capaces de producir efectos corporales; pero esto no puede hacerse sin algún movimiento local por el cual los demonios pueden transferir el esperma recolectado e inyectarlo en los cuerpos de los humanos… Esta argumentación sentó las bases para la acusación de coito satanico, a causa de la cual miles de personas fueron pasto de la hoguera.