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Nodens2

Nodens, uno de los principales Dioses Arquetípicos.

Los Dioses Arquetípicos son uno de los tipos de dioses establecidos por Derleth para estructurar la literatura lovecraftiana. El más destacado de este grupo es Nodens, gran señor del Abismo. Existen innumerables Dioses Arquetípicos, sin embargo, solo unos pocos son conocidos.

Apariencia[]

Existen Dioses Arquetípicos que cuentan con formas específicas, la mayoría siendo antropoides, como es el caso de Nodens. Aun así, algunos de ellos se alejan de la figura humana, como Kthanid, idéntico a su hermano Cthulhu y uno de los más poderosos en su grupo. Además en El Horror en la Galería, Lin Carter los asimila a columnas de fuego, dando una descripción que parece evocar el pasaje bíblico del Éxodo 13:21.

Información conceptual y rol[]

Derleth introduce a los Dioses Arquetípicos como una fuerza opuesta a los Primigenios (englobando en este segundo grupo a los Dioses Exteriores), con el propósito de organizar los Mitos y explicar el letargo o encierro de los Primigenios. Según su cosmogonía, los Dioses Arquetípicos fueron antiguos señores de los Primigenios, pero estos se rebelaron, desafiándolos en un conflicto cósmico antes de la existencia de la humanidad. En esta guerra, los Arquetípicos prevalecieron sobre sus adversarios, desterrándolos en lugares remotos de la Tierra o a otras dimensiones, sirviéndose para ello del Símbolo Arcano. Los Primigenios más poderosos, como Yog-Sothoth y Azathoth, fueron expulsados del universo, mientras que Cthulhu habría sido sellado en R'lyeh, Hastur desterrado a los espacios siderales y Cthugha sería sellado en Formalhaut

En "El sello de R'lyeh", Derleth presenta este conflicto como una lucha entre el bien y el mal, interpretando los mitos como una alegoría de este eterno conflicto. Los Arquetípicos representan el Bien universal, mientras que los Primigenios simbolizan el Mal, equiparándose a los ángeles caídos y el destierro de Satanás por Dios. Sin embargo, en historias posteriores, Derleth matiza esta concepción. En relatos como "La sombra fuera del Espacio", sugiere que la interpretación humana de una lucha entre el bien y el mal sería poco más que eso, una interpretación, siendo todas estas entidades amorales e incomprensibles.

Lin Carter no alterará drásticamente la premisa introducida por Derleth, pero expande y detalla la idea en sus obras. En su Necronomicón, narra el conflicto entre los Dioses Arquetípicos y los Primigenios de manera épica y mitológica. En "El Horror en la Galería," presenta una visión dispersa y resumida. Según Carter, los Dioses Arquetípicos reinaban en un universo sin tiempo ni espacio, posiblemente el que Brian Lumley llamaría más tarde "Elysia", el cual sería, asimismo, la ubicación original de la Tierra. Estos dioses crean a Azathoth y Ubbo-Sathla como entidades andróginas que engendrían a los Primigenios y llevarían la vida al Universo. Sin embargo, estos últimos, creados "mejor de lo que los dioses creían," acabarían por roban los "Escritos Ancestrales," tablillas con el saber de los arquetípicos. Ubbo-Sathla, al utilizar estos conocimientos, provocaría que la Tierra se desplazase de su plano existencial original, yendo a parar a nuestro universo actual.

Los Primigenios escaparían, conquistando la Tierra en el proceso, pero los Dioses Arquetípicos penetrarían en esta nueva dimensión para castigarlos, estableciendo su poder en la estrella Betelgeuse (Glyu-Vho en los Mitos). Kthanid lidera a los Arquetípicos en una guerra que acabaría con el destierro de los Primigenios a lugares remotos. A la información aportada por Derleth añade que Ghatanothoa sería sellado en una montaña de Mu, Ythogtha en el abismo de Yhe, Zoth-Ommog en el fondo del océano junto a Ponapé, Azathoth al caos primordial, y Ubbo-Sathla a la gris Y'qaa' en las entrañas de la Tierra.

A pesar de seguir los postulados de Derleth, Lin Carter abandona la idea de una lucha cósmica entre el bien y el mal, sugiriendo que estos seres están "más allá de las limitaciones del Bien y el Mal". Esta elección se atribuye a una preferencia creativa y al propósito de unificar los Mitos en un solo canon. El estudioso de Los Mitos Robert M. Price, en la introducción a "El Horror en la Galería," explica la visión de Carter sobre el conflicto, indicando que podría interpretarse como un choque entre fuerzas alienígenas destinado a llevarlas a una aniquilación mutua, no teniendo paralelos reales en términos de religiones terrestres[1].

En la actualidad, el asunto de la canonicidad de los Arquetípicos es algo ambiguo y controvertido. Muchos de los autores actuales, tanto del ámbito de la escritura como del mundo del rol, han optado, o bien por no utilizarlos, o bien por recurrir a ellos, aunque restándoles importancia dentro de la cosmogonía. De este modo, aunque podrían superar a muchos Primigenios y estar al nivel de algunos Dioses Exteriores, en ningún momento podrían estar por encima o ser los creadores de Azathoth y Yog-Sothoth, a los que el propio Lovecraft había escogido como cabezas de su panteón y los dioses principales. De este modo, serían poderosos y habrían sido capaces de sellar a los Primigenios, pero serían poco más que hormigas si se comparasen con Azathoth, con lo que los relatos sobre la rebelión serían únicamente una ficción mitológica, completamente apartada de la realidad.

Curiosidades[]

  • Existe una jerarquía de Dioses Arquetipicos, que los divide en mayores y menores. Los primeros, entre los que se encuentan, entre otros, Kthanid, Nodens, Bast, Hypnos y N'tse-Kaambl, son los que más autoridad tienen entre los Dioses Arquetípicos, y viven en la región de Elysia. Por otro lado, menores son un enorme grupo de deidades anónimas que sirven a los Dioses Arquetípicos mayores, teniendo un poder proporcionalmente menor.

Notas[]

  1. ''Quizá deban destruirse mutuamente, lo que constituye la moraleja de la historia. Los poderes que se enfrentan no se corresponden con ninguna referencia en términos de religión terrestre. Los Primigenios no son demonios, ni los Dioses Arquetípicos son ángeles. En realidad, conforman un factor que nos resulta totalmente ajeno pero peligroso para nosotros, como la energía nuclear, por decir algo que podamos entender.''
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