Wiki Lovecraft
Advertisement
Nyarlasign pequeño
"Sigo contemplando al Faraón Negro.
Y tiene un mensaje para usted.
¿Le gustaría escucharlo?"


Este artículo contiene SPOILERS.

No sigas adelante si prefieres descubir la historia por tu cuenta.

Portada Celephaïs

Una de las portadas de Celephaïs.

Celephaïs es un relato de Howard Phillips Lovecraft, escrito en noviembre de 1920 y publicado por primera vez en el número de mayo de 1922 de la revista pulp Rainbow.

Inspiración

Como ocurre con muchos cuentos de Lovecraft, Celephaïs se inspiró en un sueño, grabado en su libro común como "Sueño de volar sobre la ciudad".

Celephaïs está directamente relacionado con el estilo de lord Dunsany, principalmente con su relato fantástico: La coronación del señor Thomas Shap (The Coronation of Mr. Thomas Shap), publicado en El libro de las maravillas (The Book of Wonder, 1912); y también con el cuento de Ambrose Bierce: Un jinete en el cielo (A Horseman in the Sky) de 1891.

Argumento

El protagonista de Celephaïs es el último descendiente de su raza. Vive en una sórdida habitación de Londres, solo y melancólico, donde elige vivir en su mundo de fantasías, un mundo onírico donde se hace llamar Kuranes.

Bajo esta forma insólita, la de un hombre que desprecia la realidad para vivir en un universo de ensueño, Kuranes vuelve a su infancia, a la casa de sus antepasados, ubicada en una aldea hace largo tiempo olvidada. Allí, por una grieta abierta en la ladera de una montaña, Kuranes recorre la ciudad perdida de Celephaïs, en el Valle de Ooth-Nargai, más allá de las colinas Tanarias, visitada cuarenta años atrás en un sueño infantil.

Kuranes recorre las asombrosas maravillas de aquel reino: el río Naraxa, el templo de Nath-Horthath, donde el tiempo no existe; las altas torres de Serannian, el monte Aran, donde se reúne con el capitán Athib, a punto de embarcarse hacia el mar Cerenio, cuyas mareas, dicen, conducen al cielo.

Entonces ocurre lo impensado: Kuranes despierta.

La ruidosa Londres lo rodea. Los mundos maravillosos se repiten, uno tras otro, pero Kuranes es incapaz de regresar a la ciudad de Celephaïs. Asediado por la nostalgia, recurre a métodos poco recomendables para inducirse visiones similares al sueño. El hachís, en dosis cada vez más altas y peligrosas, parecen alejarlo aún más de la ciudad soñada.

Kuranes lo pierde todo. Pobre y desalojado de sus habitaciones deambula por las calles fétidas de Londres; loco, extraviado, hasta que sobre los adoquines húmedos oye los cascos de una partida de jinetes. Entre la bruma, tal vez, vislumbra un cortejo de caballeros venidos de Celephaïs para llevarlo a su tierra eterna.

Su alma, libre e imperecedera, cabalga hacia la hermosa Celephaïs, mientras el cadáver de Kuranes flota en las hediondas aguas del canal de Innsmouth.

Advertisement